miércoles, 1 de abril de 2009



Síndrome de Pfeiffer

Important Importante It is possible that the main title of the report Pfeiffer syndrome is not the name you expected. Es posible que el título principal del informe, síndrome de Pfeiffer no es el nombre que le espera. Please check the synonyms listing to find the alternate name(s) and disorder subdivision(s) covered by this report. Por favor, consulte los sinónimos lista para encontrar el nombre alternativo (s) y trastorno de la subdivisión (s) cubiertas por este informe.
Synonyms Sinónimos
acrocephalosyndactyly, type V acrocephalosyndactyly, tipo V
ACSV ACSV
Noack syndrome Síndrome de Noack
craniofacial-skeletal-dermatologic syndrome craneofaciales-dermatológicos-esquelético síndrome
Disorder Subdivisions Trastorno Subdivisiones
Pfeiffer syndrome type I Pfeiffer, síndrome de tipo I
Pfeiffer syndrome type II Pfeiffer, síndrome de tipo II
Pfeiffer syndrome type III Pfeiffer, síndrome de tipo III
General Discussion Discusión General
Pfeiffer syndrome is a rare genetic disorder characterized by premature fusion of certain skull bones (craniosynostosis), and abnormally broad and medially deviated thumbs and great toes. Síndrome de Pfeiffer es un raro trastorno genético caracterizado por la fusión prematura de determinados huesos del cráneo (craneosinostosis), y anormalmente amplia y medialmente desviado pulgares y dedos de los pies grandes. Most affected individuals also have an abnormal midface, with protruding eyes and conductive hearing loss. La mayoría de los individuos afectados también tienen una anormal tercio medio facial, con ojos protuberantes y la pérdida de audición conductiva. Three forms of Pfeiffer syndrome are recognized, of which types II and III are the more serious. Tres formas de síndrome de Pfeiffer se reconocen, de que los tipos II y III son los más graves. Pfeiffer syndrome is an autosomal dominant condition associated with mutations in the fibroblast growth factor receptor-2 (FGFR2) gene and the fibroblast growth factor receptor-1 (FGFR1) gene. Síndrome de Pfeiffer es una condición autosómica dominante asociada con mutaciones en el receptor del factor de crecimiento de fibroblastos-2 (FGFR2) y el gen receptor del factor de crecimiento de fibroblastos-1 (FGFR1) gen. Pfeiffer syndrome is now known to be a member of a group of conditions caused by mutations in the FGFR genes including Apert syndrome, Crouzon syndrome, Beare-Stevenson syndrome, FGFR2-related isolated coronal synostosis, Jackson-Weiss syndrome, Crouzon syndrome with acanthosis nigricans and Muenke syndrome. Síndrome de Pfeiffer es ahora conocido por ser un miembro de un grupo de condiciones causadas por mutaciones en los genes FGFR incluyendo el síndrome de Apert, síndrome de Crouzon, síndrome de Beare-Stevenson, FGFR2 aislados relacionados con la sinostosis coronal, Jackson-Weiss, síndrome de Síndrome de Crouzon con acantosis nigricans Muenke y el síndrome. (For more information on these conditions, please see the Related Disorders section below.) (Para más información sobre estas condiciones, por favor, consulte la sección Trastornos relacionados a continuación.)

HEROINA

La heroína es un derivado del opio, concretamente de la planta de la morfina, cuya cápsula se llama "adormidera", de la que se extrae una resina llamada "pan de opio", que es la sustancia activa. Es además un opiáceo semi-sintético.
Se presenta como un polvo cristalino blanco, inodoro, muy fino, aunque su aspecto puede variar dependiendo de los procesos de purificación a los que haya se haya sometido, y se vende en dosis individuales llamadas "papelinas".

Actúa como un depresor del sistema nervioso central (SNC), es relajante. En un principio produce una sensación de intenso placer ("flash") y euforia, seguido de apatía y somnolencia. Tras un período de consumo, la sensación es de bienestar, de estar en un sueño alejado de todo.
El individuo que la toma desarrolla una tolerancia y dependencia de forma muy rápida, ya que posee un alto poder adictivo.
Heroína marrón: Es un tipo de heroína que proviene de África. Se debe calentar antes de disolverla y se acostumbra a usar una cuchilla para eso, se pone la dosis encima y se calienta con un encendedor por debajo de la cuchilla. Se disuelve en ácido cítrico (zumo del limón). Su utilización es muy engorrosa y además el ácido cítrico puede quemar las arterias. Actualmente se suministra el ácido cítrico en polvo a los heroinómanos, para que su uso sea más higiénico.
Heroína blanca: Es un tipo de heroína de más fácil disolución, ya que se hace con agua destilada u otros líquidos. Se suele disolver en un tapón de botella y se carga con un filtro de cigarrillo pelado para que los grumos de la dilución no pasen a la jeringa. Este filtro es guardado por los heroinómanos porque después de 8 o 9 tomas pueden extraer la droga que ha ido quedando y tienen una dosis extra.
Vías de consumo: La principal vía de consumo es la endovenosa, aunque últimamente ha ido aumentando el consumo de la heroína esnifada y fumada debido al peligro del contagio del SIDA.
Efectos del consumo: Los efectos dependen de la dosis, vía de administración, frecuencia y condiciones higiénicas. Los efectos físicos son la miosis (pupilas pequeñas), estreñimiento, enlentecimiento de la respiración y pérdida de sensibilidad al dolor.
Síndrome de abstinencia: El "mono" produce midriasis (pupilas dilatadas), lagrimeo, sudoración, escalofríos, diarrea, convulsiones e insomnio.
Patologías asociadas: existen gran números de patologías asociadas, principalmente por la falta de higiene de la vía de administración. Entre ellas se encuentra la infección por VIH (SIDA), hepatitis, alteraciones de la nutrición, digestivas, cardiovasculares, obstétricas y ginecológicas, síndromes afectivos y alteraciones del sistema nervioso.
Consecuencias psicosociales: trastornos de la memoria y la atención, insomnio, disminución del deseo sexual, estados confusionales, inseguridad, apatía, depresión, deterioro de la personalidad, desadaptación social, problemas legales, sobredosis e intentos de suicidio.

Morfina
Grupo
analgésicos, analgésicos opiáceos.
¿Qué es?


La morfina es el principal alcaloide del opio. Es un medicamento que calma el dolor (produce analgesia). Actúa reduciendo los efectos de las endorfinas (moléculas que intervienen en la transmisión del dolor) que se encuentran en el cerebro y en la columna vertebral. La morfina se combina con los receptores opiáceos del cerebro y bloquea la transmisión de estímulos de dolor de forma que, incluso si la causa de dolor persiste, hace que se sienta menos dolor. También es capaz de producir otras acciones como sedación o euforia.
¿Para qué se utiliza?
Dolor intenso.
Dolor asociado a infarto de miocardio.
Disnea (dificultad respiratoria) asociada a insuficiencia ventricular izquierda y edema pulmonar.
Ansiedad ligada a procedimientos quirúrgicos.
¿Cómo se utiliza?
En España existen comercializadas formas de administración oral (comprimidos y cápsulas retard)n y parenteral (subcutánea, intramuscular, intravenosa, epidural e intratecal).La dosis adecuada de morfina puede ser diferente para cada paciente. A continuación se indican las dosis más frecuentemente recomendadas, pero si su médico le ha indicado otra dosis, no la cambie sin consultar con él o con su farmacéutico.
De 10 a 30 mg cada 4 horas. Formas retardadas: Inicialmente de 10 a 30 mg cada 12 horas.Formas retardadas unicontinus: De 30 a 200 mg cada 24 horas, dependiendo de la intensidad del dolor, la edad del paciente y los analgésicos que haya recibido anteriormente.
De 5 a 20 mg cada 4 horas.
Dosis intravenosa usual en adultos:
En el dolor asociado a infarto: Inicialmente de 2 a 15 mg.
Inicialmente 5 mg. La dosis máxima es d 10 mg al día.
De 0,2 a 1 mg cada 24 horas.
De 0,1 a 0,2 mg por kilo de peso cada 4 horas, sin superar los 15 mg.
Dolor crónico: De 0,03 a 0,15 mg por kilo de peso cada hora.
De 0,1 a 0,4 mg por kilo de peso cada hora.
La morfina se administrará en niños únicamente en casos excepcionales, con precaución y utilizando dosis cuidadosamente calculadas por el médico en base a la masa corporal.Los ancianos y pacientes debilitados pueden precisar dosis inferiores de morfina. Consulte a su médico.
Las formas orales retard de morfina deben tragarse enteras con un poco de líquido. No deben disolverse ni dividirse, ya que podrían causar un aumento repentino de los efectos adversos.
¿Qué precauciones deben tenerse?
Es importante respetar el horario pautado. Si se le olvida una dosis adminístrela tan pronto como sea posible y vuelva a la pauta habitual. Pero si falta poco tiempo para la próxima dosis no la duplique y continúe con el medicamento como se le había indicado.
En pacientes ancianos se recomienda precaución en su uso e iniciar el tratamiento con dosis menores.
La morfina debe administrarse con especial precaución en caso de padecer alguna de las siguientes enfermedades: alcoholismo o dependencia a opiáceos, asma enfermedad pulmonar obstructiva crónica, adenoma de próstata o estrechamiento de la uretra, hipotiroidismo, enfermedad de la vesícula biliar, enfermedad inflamatoria intestinal grave, presión intracraneal elevada o lesión cerebral, enfermedad del hígado o del riñón.
Este medicamento puede causar sequedad de boca. Puede aliviarse chupando hielo o caramelos o con saliva artificial. Si continúa este efecto durante más de 2 semanas, consulte a su médico o farmacéutico.
La morfina puede producir somnolencia, visión borrosa y mareos. No se aconseja la conducción de vehículos ni el manejo de maquinaria peligrosa o de precisión, especialmente al inicio del tratamiento.
Debe evitar el consumo de alcohol durante el tratamiento.
La administración prolongada de morfina puede originar dependencia. Por ello, debe administrar el medicamento tal y como se lo haya indicado su médico, sin exceder la dosis ni duración recomendadas.
A fin de evitar la aparición de ciertos efectos adversos, conviene abandonar el tratamiento reduciendo la dosis progresivamente, especialmente en tratamientos prolongados o con dosis altas.
Con las primeras dosis de morfina puede aparecer nauseas y vómitos que suelen desaparecer si se tumba durante un rato. Si estos efectos continúan, consulte a su médico o farmacéutico.
Si va a someterse a algún tipo de cirugía, incluso dental, avise a su médico u odontólogo sobre la toma de este medicamento.
La morfina es una sustancia prohibida en el deporte de competición y puede dar positivo en un control de dopaje.
Si los síntomas no mejoran o empeoran visite a su médico.
¿Cuándo no debe utilizarse?
En caso de alergia a la morfina. Si experimenta algún tipo de reacción alérgica deje de tomar el medicamento y avise a su médico o farmacéutico inmediatamente.
En pacientes con depresión respiratoria o enfermedad obstructiva respiratoria grave.
¿Puede afectar a otros medicamentos?
Algunos medicamentos que interaccionan con la morfina son: inmunomoduladores como la aldesleukina, algunos antidepresivos (amitriptilina, clomipramina, desipramina, fluoxetina, sertralina), betabloqueantes (proranolol), cimetidina, metoclopramida, mexiletina, prometazina y rifampicina.
Informe a su médico de cualquier otro medicamento que esté tomando.
¿Qué problemas pueden producirse con su empleo?
La morfina puede alterar los resultados de algunos análisis de sangre, por lo que si le van a realizar un análisis avise que está tomando este medicamento.
Los efectos adversos de este medicamento son, en general, frecuentes y pueden ser importantes. Los más frecuentes son los siguientes: nauseas, vómitos, mareos, sensación de desmayo, somnolencia, desorientación, sudoración y euforia.
Con menor frecuencia puede producir otros efectos como dolor de cabeza, agitación, temblor, alteraciones del humor, visión borrosa, alteraciones respiratorias o modificaciones en la presión arterial, entre otros.
En caso de presentar dificultad respiratoria consulte a su médico inmediatamente.La morfina también puede producir otros efectos adversos. Consulte a su médico si advierte algo anormal.
¿Puede utilizarse durante el embarazo o la lactancia?
No se han realizado estudios adecuados en mujeres embarazadas, pero estudios en animales han demostrado que produce daño en el feto. Por ello, únicamente se acepta el empleo de morfina en embarazadas en el caso de que no exista otra alternativa más segura.
La morfina pasa a la leche materna, aunque no se conocen los efectos en el lactante a largo plazo. En caso necesario, se recomienda suspender la lactancia de 4 a 6 horas después de la administración del fármaco y no utilizar la morfina de manera prolongada ni a dosis altas durante la lactancia materna.
¿Necesita receta médica?
Sí, necesita receta de estupefacientes.
¿Cómo se conserva?
Mantener el medicamento en un lugar fresco, sin humedad, lejos de fuentes de calor y luz directa.
No dejar al alcance de los niños.
Nombres Comerciales
Cloruro mórfico Braun®, Morfina Serra®, MST Continus®, MST Unicontinus®, Oglos®, Sevredol®, Skenan®.


AMITRIPTILINA, CLORHIDRATO DE
COMPOSICION
Cada TABLETA contiene 25 mg de clorhidrato de amitriptilina.
DESCRIPCION
Antidepresivo tricíclico (amina terciaria); agente antimigrañoso profiláctico.
PROPIEDADES FARMACOLOGICAS
Inicio de acciónProfilaxis de la jaqueca: 6 semanas; dosis mayores pueden requerirse en fumadores por metabolismo aumentado. Depresión: 4-6 semanas, reducir la dosis al menor nivel efectivo. Distribución: Cruza la placenta; entra en la leche materna. Metabolismo: Hepático a nortriptilina (activo), derivados hidroxilados y conjugados; puede afectarse en ancianos. Vía eliminaciónAdultos: 9-27 horas (promedio: 15 horas). Tiempo a concentración pico, suero: ~ 4 horas. Excreción: Orina (18% sin cambios); heces (cantidad pequeña).
INDICACIONES
Antidepresivo. Usos no registrados: Analgésico para ciertos dolores crónicos/neuropáticos; profilaxis de cefalea migrañosa; tratamiento de trastornos depresivos en niños. Categoría en embarazo: C. Implicaciones en el embarazo: Se han observado efectos teratogénicos en estudios en animales. La amitriptilina cruza la barrera placentaria humana; efectos en el SNC; se han reportado deformidades en extremidades y retardo en el desarrollo. Lactancia: Entra en la leche materna/no recomendable.
USOS
Aumenta la concentración sináptica de serotonina y/o norepinefrina en el sistema nervioso central por inhibición de la recaptación por la membrana de la neurona presináptica.
CONTRAINDICACIONES Y ADVERTENCIAS
Hipersensibilidad al medicamento, embarazo, niños, infarto cardiaco reciente. adminístrese con precaución en enfermedad cardiovascular, hipertiroidismo, insuficiencia hepática, antecedentes de epilepsia, glaucoma, retención urinaria, hipertrofia prostática o constipación y con antecedentes de ingestión y/o concomitantemente con inhibidores de la MAO (dentro de los últimos 14 días).
PRECAUCIONES Y ADVERTENCIAS ESPECIALES
Causa sueño/sedación, afecta actividades que requieran estar alerta (manejar ve-hículos/operación de maquinaria). Los efectos sedantes pueden sumarse al de otros depresores del SNC y/o alcohol. El grado de sedación es muy alto en relación con otros antidepresivos. Puede empeorar la psicosis en algunos pacientes o precipitar un cambio a un estado maniaco o hipomanía en pacientes con enfermedad bipolar. Puede causar hiponatremia/SSIADH. Puede aumentar los riesgos asociados con TEC. En lo posible, esta droga debe suspenderse antes de cirugía electiva. La terapia no debe suspenderse abruptamente en pacientes recibiendo dosis altas por periodos de tiempo prolongados. Puede causar hipotensión ortostática; el riesgo de este problema es muy alto en relación con otros antidepresores. Usar con cuidado en pacientes en riesgo de hipotensión o en pacientes en los cuales, periodos transitorios de hipotensión serían tolerados pobremente (enfermedad cardiovascular o cerebrovascular). El grado de bloqueo anticolinérgico producido por la amitriptilina es muy alto en relación con otros antidepresivos cíclicos; usar con cuidado en retención urinaria, HPB, glaucoma de ángulo estrecho, xerostomía, problemas visuales, estreñimiento o historia de obstrucción intestinal. Puede alterar control de glicemia, usar con precaución en diabéticos. La posibilidad de intento suicida es inherente a la depresión mayor y puede persistir hasta que haya remisión. Usar con cuidado en pacientes en alto riesgo durante el inicio de la terapia. La fórmula debe hacerse por la menor cantidad posible. Usar con cuidado en pacientes con enfermedad cardiovascular (incluye historia previa de IM, ACV, taquicardia o trastornos de conducción), El riesgo de problemas de conducción es mayor que con otros antidepresivos. Puede disminuir el umbral para convulsiones (usar con precaución en pacientes con problemas convulsivos y con predisposición a convulsiones, como en daño cerebral, alcoholismo y uso simultáneo de otras drogas que disminuyen el umbral); uso concurrente de cisaprida. Usar con precaución en pacientes con hipertiroidismo (o tomando hormona tiroidea), daño hepático o renal y en ancianos. No se recomienda su uso a menores de 12 años.
EFECTOS ADVERSOS
Los efectos anticolinérgicos pueden ser severos. Puede producir sedación moderada a severa (aunque se presenta tolerancia a estos efectos). No está definida la frecuencia. SCV: Hipotensión ortostática, taquicardia, cambios inespecíficos en el ECG, cambios en la conducción AV, y raramente cardiomiopatía, IM, ACV, bloqueo, arritmias, síncope, hipertensión, palpitaciones. SNC: Inquietud, mareo, insomnio, fatiga, ansiedad, disminución cognitiva, convulsiones, síntomas extrapiramidales, coma, alucinaciones, confusión, desorientación, falla en la coordinación, ataxia, cefalea, pesadillas, hiperpirexia. Dermatológicas: Alopecia, fotosensibilidad, rash alérgico, urticaria. Endocrino/metabólico SSIADH GI: Anorexia, aumento de peso, diarrea, disgeusia, estomatitis, estreñimiento, íleo paralítico, lengua “negra”, náusea, vómito, xerostomía. GU: Retención urinaria. Hematológico: Depresión de médula ósea, eosinofilia, púrpura. Ocular: Aumento de presión intraocular, midriasis, visión borrosa. Ótico: Tinnitus. Neuromuscular: Adormecimiento, debilidad, neuropatía periférica, parestesias, temblor. Misceláneos: Diaforesis, reacciones de retirada (cefalea, malestar, náusea). Se han reportado síndrome neurolép-tico maligno y síndrome serotoninérgico (raros).
SOBREDOSIFICACION
Síntomas incluyen agitación, alucinaciones, confusión, convulsiones y retención urinaria. Después del manejo inicial se deben tratar los síntomas tóxicos. Dar bicarbonato de sodio cuando el intervalo QRS es >0.10 seg o el QTc sea >0.42 seg. Las arritmias ventriculares responden a fenitoína 15-20 mg/kg (adultos) con alcalinización simultánea de la orina (bicarbonato de sodio 0.5-2 mEq/kg IV). Las arritmias resistentes pueden responder a lidocaína 1 mg/kg IV seguido de infusión titulada. Fisostigmina (1-2 mg IV lenta para adultos o 0.5 mg IV lenta para niños) puede estar indicada para revertir las arritmias cardiacas debidas a bloqueo vagal o a los efectos anticolinérgicos, pero debe usarse como medida extrema en situaciones de riesgo para la vida. Las convulsiones responden a diazepam en bolos IV (5-10 mg para adultos hasta 30 mg o 0.25-0.4 mg/kg/dosis para niños hasta 10 mg/dosis). Si no hay respuesta o si se presenta recurrencia, se puede usar fenitoína o fenobarbital.
INTERACCIONES MEDICAMENTOSAS
Efecto sobre citocromo P-450: Sustrato de CIP 2D6, 1A2, 2B6, 2C8/9, 2C19, 3A4. Inhibe: CIP 1A2, 2CB/9, 2C19, 2D6, 2E1.Aumento de efecto/tóxico: La amitriptilina aumenta los efectos de las anfetaminas, anticolinérgicos, otros depresores del SNC (sedantes, alcohol, hipnóticos), carbamazepina, tolazamida, clorpropamida, y warfarina. Cuando se usa con IMAOs se han reportado, hiperpirexia, hipertensión, taquicardia, confusión, convulsiones y muertes (síndrome serotoninérgico). Los ISRS (en grados variables), cimetidina, fenfluramina, jugo de toronja, indinavir, metifenidato, ritonavir, quinidina, diltiazem, valproato y verapamilo inhiben el metabolismo de tricíclicos que puede resultar en toxicidad clínica. El uso de litio con tricíclicos puede aumentar el riesgo de neurotoxicidad. Las fenotiazinas pueden aumentar la concentración de algunos tricíclicos, y éstos a su vez pueden aumentar la concentración de fenotiazinas. La respuesta presora a adrenalina, NA y fenilefrina IV puede estar aumentada en pacientes tomando ATC (nota: efecto poco probable a las dosis usadas para infiltración en combinación con anestésicos locales). El uso combinado con ß-agonistas o drogas que prolongan QT (quinidina, procainamida, disopiramida, cisaprida, esparfloxacina, gatifloxacina, moxifloxacina) puede predisponer al paciente a arritmias. Disminución de efecto: La carbamazepina, fenobarbital y rifampicina puede aumentar el metabolismo de amitriptilina, disminuyendo su efecto. La amitriptilina inhibe la respuesta antihipertensiva de betanidina, clonidina, debrisoquina, guanetidina, guanabenz o guanfacina. La colestiramina y el colestipol pueden unirse a los ATC y reducir su absorción.Consideraciones dietarias: Evitar el etanol (puede aumentar la depresión de SNC). Alimentos: El jugo de toronja puede inhibir el metabolismo de algunos ATCs y producir toxicidad clínica. Productos herbolarios/nutracéuticos: La hierba de San Juan puede disminuir niveles del amitriptilina. Evitar la valeriana, kava kava, cola de gotu (pueden aumentar la depresión del SNC).
POSOLOGIA Y DOSIFICACION
NiñosManejo crónico del dolor (uso no registrado)OralInicial: 0.1 mg/kg al acostarse, puede aumentar según tolerancia en 2-3 semanas a 0.5-2 mg/kg al acostarse. Trastornos depresivos (uso no registrado)Oral: Dosis iniciales de 1 mg/kg/día en 3 dosis divididas con aumentos a 1.5 mg/kg/día se han reportado en un número pequeño de niños (n=9) 9-12 años; clínicamente se han propuesto dosis hasta 3 mg/kg/día (5 mg/kg/día con monitoría estrecha). Profilaxis de jaqueca (uso no registrado)OralInicial: 0.25 mg/kg/día, al acostarse; aumentar la dosis a 0.25 mg/kg/día hasta máximo 1 mg/kg/día. Rango de dosificación reportado: 0.1-2 mg/kg/día; dosis máxima sugerida10 mg. AdolescentesTrastornos depresivosOralInicial: 25-50 mg/día; puede administrarse en dosis divididas; aumentar gradualmente a 100 mg/día en dosis divididas.AdultosDepresiónOral: 50-150 mg/día dosis única al acostarse o en dosis divididas, la dosis se puede aumentar gradualmente hasta 300 mg/día.IM: 20-30 mg, 4 veces/día.Profilaxis de la jaqueca (uso no registrado)OralInicial: 10-25 mg al acostarse. Dosis usual: 150 mg. Rango reportado: 10-400 mg/día.Manejo del dolor (uso no registrado)OralInicial: 25 mg al acostarse; puede aumentarse según tolerancia, a 100 mg/día.Ancianos - depresiónOralInicial: 10-25 mg al acostarse; la dosis debe aumentarse en incrementos de 10-25 mg cada semana si es tolerada. Rango de dosis: 25-150 mg/día. Intervalo de dosificación en daño hepático: Usar con precaución y monitorear los niveles plasmáticos y respuesta del paciente.Hemodiálisis: No dializable.Parámetros de monitoría: Monitorear presión arterial y pulso antes y durante la terapia inicial; evaluar el estado mental: supervise el peso; ECG en adultos mayores y pacientes con enfermedad cardiaca.Rango de referencia terapéutica: 100-250 ng/mL (SI: 360-900 nmol/L).Tóxico: >0.5 ng/mL; los niveles plasmáticos no siempre se correlacionan con la efectividad clínica. Interacciones con pruebas de laboratorio: Puede causar reacción falsamente positiva al inmunoensayo para imipramina.Información al paciente: Evite el alcohol; no suspenda la droga abruptamente. La orina se puede tornar de color verde-azulado, puede producir mareo. El efecto completo puede no verse sino hasta pasadas 3-6 semanas; si tiene boca seca, sorbos de agua, chicle sin azúcar o dulces pueden ayudar. Implicaciones de enfermería: Puede aumentar el apetito y deseo de dulces.
PRESENTACION
Caja por 30 tabletas 25 mg (Reg. INVIMA M-011994).

jueves, 26 de marzo de 2009


Las Benzodiazepinas


Las benzodiazepinas son los fármacos más ampliamente utilizados para el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Una de las afirmaciones más frecuentes es que producen adicción (no se pueden retirar) y tolerancia (cada vez hacen falta dosis más elevadas para conseguir el mismo efecto). Veamos que hay de cierto en todo esto.
En la siguiente tabla se exponen las benzodiazepinas más utilizadas en España. Si bien se adjunta el nombre comercial de las mismas, la mayor parte de ellas dispone en la actualidad de presentación en forma de genéricos.
producto químico
nombre comercial
efecto
diazepam
valium
antiansiedad
clorazepato dipotásico
tranxilium, dorken
antiansiedad
alprazolam
trankimazín
antiansiedad
lorazepam
orfidal, idalprem
antiansiedad
bromazepam
lexatín
antiansiedad
clonazepam
rivotril
antiansiedad
ketazolam
sedotime
antiansiedad
lormetazepam
noctamid, loramet
hipnótico
flunitrazepam
rohipnol
hipnótico
triazolam
halción
hipnótico
zolpidem*
stilnox
hipnótico
* Químicamente hablando, no es una benzodiazepina; no obstante, lo descrito en este texto le es igualmente aplicable.
¿Para qué sirven las benzodiazepinas?
La mayor parte de las benzodiazepinas son medicamentos que permiten reducir los síntomas de ansiedad que se observan en los trastornos de ansiedad. Al hablar de síntomas de ansiedad, estoy haciendo referencia esencialmente a dos tipos de síntomas:
síntomas físicos de ansiedad: palpitaciones, sensación de nudo en la boca del estómago, sensación de nudo en la garganta, temblor, tartamudeo, sudoración, tensión muscular, respiración rápida y entrecortada, etc.;
síntomas de ansiedad no propiamente físicos, como la sensación que denominamos de aprensión (sensación de que en cualquier momento va a pasar algo o voy a perder el control).Algunas benzodiazepinas (lormetazepam, triazolam, flunitrazepam y zolpidem*), más que un efecto ansiolítico, lo que producen es un efecto hipnótico, por lo que sólo deben tomarse por la noche (para dormir) pues producen somnolencia rápidamente. El resto de benzodiazepinas sólo produce somnolencia si utilizamos dosis superiores a las necesarias para reducir la ansiedad; dicho de otra manera, si se produce somnolencia, debemos reducir la dosis. Junto al efecto antiansiedad e hipnótico de las benzodiazepinas, cabe destacar que algunas de ellas también se prescriben para enfermedades reumatológicas y traumatológicas por su efecto relajante muscular y, en epilepsia por su efecto antiepiléptico.
¿Para qué no sirven las benzodiazepinas?
Debemos subrayar un aspectoimportante: aunque pueda parecer innecesario comentarlo, las benzodiazepinas no eliminan la idea o la sensación de miedo. Lo que hacen es reducir las sensaciones desagradables (síntomas de ansiedad) que acompañan al miedo.
Con frecuencia las benzodiazepinas son utilizadas con el fin de reducir la sensación de miedo o de desagrado. Por supuesto, en estos casos, el paciente refiere “la medicación no me ha sido útil”. Ante esta falta de eficacia, muchas veces caemos en un doble error al aumentar la dosis: no se observa una mayor eficacia y, por el contrario, puede haber un aumento de los efectos secundarios.
¿Qué efectos secundarios tienen las benzodiazepinas?
Es un tema muy debatido respecto al cual todavía no hay acuerdo en la comunidad científica. No obstante, como mínimo deben citarse dos posibles efectos secundarios de las benzodiazepinas:
Reducción de los reflejos o de la capacidad de respuesta. Basándonos en este efecto secundario, sobretodo al iniciar un tratamiento con benzodiazepinas hay que aconsejar que se sea muy cauto al realizar actividades de riesgo, como conducir un vehículo o trabajar con maquinaria peligrosa. Asimismo, en personas mayores, dicha reducción de los reflejos podría predisponer a las caídas, con el consiguiente riesgo de las temidas fracturas óseas. Este aumento de caídas asociado a la prescripción de benzodiazepinas motiva que se aconseje limitar al máximo dicha prescripción en personas de tercera edad.
Reducción de la memoria reciente. Algunos estudios han sugerido que la capacidad para memorizar información nueva (es lo que en medicina denominamos memoria reciente) puede verse ligeramente reducida por la toma de este tipo de medicamentos. Las cosas que ya habían sido memorizadas antes de la toma de la benzodiazepina no se verían afectadas.
¿Pierden eficacia con el tiempo? ¿Producen adicción?
Se ha hablado mucho al respecto, pero se ha investigado muy poco. No obstante, la experiencia clínica permite afirmar que podría haber un porcentaje pequeño de la población que, cuando el médico intenta quitar el tratamiento, no es posible retirar el fármaco, o bien que, cuando se le dice al paciente que no suba la dosis, acaba subiéndola. En este grupo de pacientes sería correcto decir que las benzodiazepinas sí tienen un riesgo de abuso y/o tolerancia. Parece que este riesgo de abuso/tolerancia sería especialmente elevado en dos grupos de personas:
personas con abuso, actual o en el pasado, de cualquier tipo de droga (sin incluir el tabaco);
personas, desde siempre, muy ansiosas e impulsivas.
Para estos dos grupos de pacientes, en la medida de lo posible, sería adecuado intentar encontrar otras alternativas terapéuticas para tratarles la ansiedad. Teniendo en cuenta que en un pequeño grupo poblacional sí podría existir un elevado riesgo de abuso y/o tolerancia, en los prospectos de las benzodiazepinas se sugiere no seguir el tratamiento por un período superior a las tres o cuatro semanas.
¿Por qué muchos pacientes toman estos fármacos durante años?
De ello podemos dar varias explicaciones.
Probablemente, la causa más frecuente de un tratamiento a largo plazo con benzodiazepinas es el hecho de que muchas personas que toman estas medicaciones lo hacen por presentar desde un trastorno de ansiedad secundario a un estresor grave crónico. Si el desencadenante del trastorno se mantiene a largo plazo, también el trastorno de ansiedad tiene tendencia a estar presente de forma crónica. En estos casos, si retiramos el fármaco antiansiedad, suelen volver a aparecer los síntomas de trastorno de ansiedad. Frecuentemente, sólo podemos quitar el tratamiento contra la ansiedad cuando desaparece el estresor grave que motivó el inicio de la enfermedad.
En muchos estudios también se ha sugerido que habría, en ocasiones, una cierta tendencia del médico a no modificar estos tratamientos si “el paciente está bien”; es decir, en ocasiones podría haber un exceso de prevención por parte del médico (y del paciente) frente a las recaídas.
Si bien es un tema discutible, es probable que haya tendencia a una sobreutilización de estos fármacos. Es posible que en la medicina actual se utilicen en ocasiones las benzodiazepinas, no para tratar los trastornos de ansiedad, sino para tratar la lógica ansiedad que una persona presenta frente a los problemas del día a día. Esta utilización, no frente a la enfermedad, sino frente a reacciones del cuerpo “normales”, tendría tendencia a ser crónica, pues estas reacciones del cuerpo “normales”, evidentemente son crónicas. Si se tienen en cuenta los efectos secundarios de estos fármacos y su riesgo de abuso/ tolerancia, sería adecuado reducir al máximo este tipo de prescripciones.
Como he comentado en el apartado previo, en algunos casos, la utilización de estos medicamentos por períodos largos de tiempo se debería a un riesgo real, por el abuso y/o tolerancia de benzodiazepinas.
¿Hay otros tratamientos farmacológicos eficaces frente a los trastornos de ansiedad?
La respuesta es sí. No obstante, el resto de alternativas farmacológicas existentes también tiene sus inconvenientes. Además de las benzodiazepinas, otros tres grupos de fármacos son prescritos frecuentemente en los trastornos de ansiedad. A diferencia de las benzodiazepinas, ninguno de estos tres grupos de fármacos ha demostrado tener riesgo de abuso y/o tolerancia.
Junto a las benzodiazepinas, los antidepresivos son los fármacos más utilizados en los trastornos de ansiedad. El gran inconveniente de los antidepresivos frente a las benzodiazepinas es que tardan un mínimo de tres o cuatro semanas en empezar a hacer efecto. Las benzodiazepinas hacen efecto en escasamente treinta minutos.
Otro grupo de fármacos utilizados en los trastornos de ansiedad son los llamados antipsicóticos. Estos fármacos, utilizados mayoritariamente para tratar la esquizofrenia y otras enfermedades afines, son ansiolíticos muy buenos. El inconveniente de estos medicamentos es que con frecuencia tienen efectos secundarios más molestos que los de las benzodiazepinas.
El tercer grupo de fármacos antiansiedad está compuesto por la gabapentina (neurontín, gabatur y presentación en forma de genérico) y la pregabalina (lyrica). Ambos son fármacos que, entre otras acciones, tienen también efecto antiansiedad. Si bien la experiencia clínica es todavía limitada, probablemente tienen una eficacia en los trastornos de ansiedad menor a la del resto de fármacos citados. Habitualmente son muy bien tolerados (es decir, tienen escasos efectos secundarios).
“¿Puedo tomar alcohol si estoy siguiendo un tratamiento con benzodiazepinas?”
El alcohol puede aumentar los efectos secundarios de las benzodiazepinas. En particular, puede aumentar la sensación de somnolencia e incrementar la pérdida de reflejos propia de las benzodiazepinas. En consecuencia, siempre que se realiza tratamiento con benzodiazepinas se aconseja hacer un uso especialmente prudente del alcohol.